¿Qué es un pulsioxímetro? Claves para utilizarlo
La pulsioximetría es una técnica no invasiva que nos permite averiguar el porcentaje de oxígeno presente en nuestra sangre a través de métodos fotoeléctricos. Una técnica barata, segura y muy útil, especialmente para aquellas personas que sufren problemas periódicos relacionados con el sistema respiratorio, como asma, neumonías habituales o insuficiencia cardíaca. Pero tener problemas de circulación o anemia también puede dar lugar a problemas de oxigenación de la sangre, por lo que en estos casos también es fundamental contar con un pulsioxímetro en casa, de manera que podamos tener nuestra salud más controlada sin tener que estar haciéndonos análisis de sangre de manera constante.
Además, los pulsioxímetros también son un aparato muy útil para los pilotos, atletas de montaña y escaladores, ya que a altitudes elevadas y al hacer un ejercicio intenso los niveles de oxígeno en sangre pude reducirse, por lo que es importante mantener controlado este aspecto.
Oxígeno en sangre
Lo normal es que una persona que goce de buena salud cuente con un nivel de oxígeno en sangre superior al 95 %. El hecho de que la prueba arroje un resultado por debajo del 95 % y no sepamos a qué se debe no significa que tengamos un trastorno pulmonar, pero si puede estar avisándonos de problemas de circulación. En estos casos, es recomendable que hagamos una visita al médico para poder realizarnos una revisión, averiguar las causas y que el especialista pueda prescribirnos el tratamiento adecuado. Las primeras señales de que nuestra sangre no está bien oxigenada es la respiración rápida, una inquietud que no podemos explicar, la falta de oxígeno, cierta confusión o cierta presión en el pecho. Y, aunque no son tan visibles, también son síntomas la coloración azul que toman la piel y las membranas mucosas.
Además, hay que tener en cuenta que, aunque han mejorado mucho en los últimos años, los pulsioxímetros pueden presentar ciertas carencias en las mediciones, por lo que si existe un problema real, debemos acudir al especialista cada cierto tiempo para evitar problemas graves de salud, especialmente si padecemos hipoxias graves con un nivel de oxígeno superior al 80 %, anemias intensas, perfusión deficiente debido a hipotensión, presencia de metahemoglobina, de carboxihemoglobina o de elementos que dificulten la captación de la emisión. Igualmente, si somos personas con piel oscura y hemos detectado una mayor frecuencia de errores en la detección de la señal.
¿Cómo funciona un pulsioxímetro?
Para tomar los valores, debemos colocar el pulsioxímetro en uno de los dedos de la mano o el pie, o en el lóbulo de la oreja, ya que son las zonas de nuestro cuerpo que ofrecen mejores lecturas. Antes de colocarlo, es importante limpiar bien la zona del cuerpo y, en caso de que llevemos las uñas pintadas o uñas postizas, quitar el esmalte o la uña para activar el aparato.
Una vez que lo tengamos preparado, obtendremos el resultado de los niveles de oxígeno que nuestros pulmones están enviando a todo nuestro cuerpo a través de la sangre y comprobar, de esta forma, que todo funciona correctamente. La medición se realiza a través de una longitud de onda con un láser infrarrojo. Por eso, es indispensable que se haga en una zona del cuerpo que sea translúcida.
Para que la medición sea lo más exacta posible, es importante que durante la prueba el dedo se mantenga quieto, que no movamos el aparato y que lo mantengamos fuera de cualquier foco de luz intensa. Además, el aparato no debe en ningún momento ejercer una fuerte presión sobre la zona. De lo contrario, la medición podría no ser correcta. Y, en el caso de que lo usemos de manera periódica, es aconsejable cambiar el dedo en el que lo coloquemos para asegurarnos de que los resultados son similares en unas pruebas y otras.