Los collarines se utilizan como soporte o inmovilización en lesiones de la columna cervical.
Diferentes modelos:
- Collarines de espuma – restringen levemente los movimientos de la cabeza y el cuello.
- Collarines cervicales rígidos – permiten regulación en altura para un mayor ajuste, limitan la flexión, extensión y en menor grado movimientos de rotación.
- Collarines tipo Philadelphia – para contracturas y cervicalgias de origen muscular o traumático que requiera estabilización en la fase aguda y en periodo de readaptación
- Soportes cervicales tipo Minerva – indicados en traumatismos de la columna cervical sin afectación medular, que precisen de inmovilización de los segmentos C1 a T1.
- Tracciones cervicales – tratamiento de tracción, para fracturas y luxaciones de la columna cervical.
A la hora de elegir el modelo más adecuado es importante conocer exactamente que lesión o problema se padece. Debe ser un médico el que diagnostique y prescriba el tratamiento más adecuado para cada lesión.